elsolidario.org

La destrucción de la Manga del Mar Menor constituye un acicate ecológico más que este país arrastra desde hace años sin que se logre una solución definitiva; los actos de contaminación y destrucción se suceden con sus correspondientes hecatombes periódicas sin que por ello se resuelva el problema.

Mortandad de peces y diversas especies, reproducción masiva de algas, destrucción del litoral por la especulación constructiva se suceden en el tiempo sin que por ello el estado y las administraciones publicas implicada tomen las medidas adecuadas tendientes a la preservación del medio. Las promesas políticas, de todos colores, no pasan de eso …promesas que se olvidan al poco de la llegad al poder.

Son culpables el estado y las administraciones publicas envueltas, los empresarios, empresas y agricultores sin escrúpulos, pero también los ciudadanos que observan impávidos a un desastre más de los muchos que jalonan este país y que se arrastran en el tiempo, muchas veces pese a las diversas sentencias de los tribunales, o las llamadas de atención de organizaciones internacionales, sin que se divise un final.

Muchos de nuestros parques protegidos sufren atentados diarios, las especies protegidas siguen en peligro y la destrucción de parajes vírgenes – si es que queda alguna – son destruidas sin contemplación.

Es hora pues de que los ciudadanos nos activemos y no vale eso de que mi pequeña voz es irrelevante … la suma de cada uno de los granos de arena son las que dan origen a esas playas espectaculares que otrora cubrían nuestras costas.

Es importante que firmemos la iniciativa legislativa popular para conseguir que el Parlamento debata y otorgue personalidad jurídica a la laguna del Mar menor. El plazo termina el 28 de octubre 2021 y hasta esa fecha se han de recoger de 276.000 firmas; no sirven las firmas digitales debido a que la ley impone firmas presenciales – una muestra más de la ceguera que campa por el país.

Web: https://ilpmarmenor.org/

Tres años más de vertidos: todo lo que ya sabían mientras el Mar Menor agonizaba